En los últimos años y gracias a una evaluación continua, el feedback en los centros educativos se ha vuelto una herramienta totalmente necesaria para un profesor. No estoy descubriendo algo nuevo, es algo que debe estar a la orden del día. Debo decir, que no me gusta utilizar normalmente extranjerismos, pero aún hoy día no he encontrado una palabra en castellano que explique lo que realmente es el feedback. O sea, es de esas palabras intraducibles.
Cómo en este blog expreso mis opiniones, me gustaría que fuesen entendidas por el mayor número de personas. Para ello me veo obligado a explicar brevemente que es eso del "feedback", por si alguien aún no lo sabe. Eso que llaman feedback, es realmente una realimentación, un proceso en el que el profesor comenta con el alumno que ha hecho bien y que ha hecho mal en una tarea, y debe darle también consejos para que comprenda como mejorarla. En el mejor de los casos, el feedback es un intercambio de conocimientos entre profesor y alumno.
Realmente se que no me explicado del todo bien, pero hay conceptos que crean controversia y este es uno de ellos. Aún así, para el que le interese saber más hay mucha bibliografía acerca del feedback educativo. Pero realmente mi intención escribiendo este articulo es hacer saber que el feedback es peligroso si no sabemos como hacerlo, ya que hay alumnos que asumen los errores de forma diferente a otros. Por eso y para que sirva como una instrucción general, a continuación os expreso mis consejos para realizar un feedback motivador:
1. El mejor feedback es individualizado > Si ya es difícil asumir los errores, hacerlo en público puede ser frustante para un alumno, ya sea un niño o un adulto. Por eso, para que el educando mejore, es conveniente decirle en que y darle pistas de cómo debe hacerlo en solitario. Además de esta forma conseguimos una complicidad y confianza maestro-alumno gracias a la cercanía que demuestra un trato individual. Por lo tanto, genera el espacio idóneo, asegurando tres cosas: tiempo, comodidad y privacidad.
2. El foco no es el error, es la lección > Todos tenemos errores, si fuésemos perfectos no necesitariamos estar en constante aprendizaje. Por lo tanto, no hay que centrarse en el error e intentar darle poca importancia motivando al alumno para que aprenda de este error.
3. Asumir las diferencias > No se pueden utilizar las mismas técnicas para transmitir el feedback con todos los alumnos/as. Hay que sugerir desde la perspectiva del otro, aunque no compartamos su opinión.
4. Apelar a criterios > El error no es error porque tu lo digas y ya está. Los buenos profesores son los que saben apoyarse en un argumento lógico u objetivo. Dependiendo de la edad y el nivel del alumno/a, esos argumentos deben ser explicados con más ejemplos o metáforas para cerciorarnos de que serán entendidos.
5. Ser suave con el alumno/a > Hay que tener claro, que cuando hacemos feedback, debemos evaluar un hecho, y no a una persona. Por lo tanto, centrate en ese hecho y no evalúes que ese error pudo cometerse porque el alumno estaba en las nubes, si es así estaremos etiquetando. Nunca olvides que a veces una obra de arte es preciosa vista en la pared, el problema es cuando el alumno descuelga el cuadro en su cabeza, y deja de verlo tan bonito. Un cuadro en el suelo pierde mucho, ¿No crees?
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1) Ironcatblog
totalmente de acuerdo, no es hacer una apologia del error pero de el es de donde se aprende mas, siempre haciendo enfasis en el refuerzo positivo, seria como una pedagogia de la equivocacion, es decir, el alumno debe descubrir donde esta el error y mediante un proceso de pensamiento significativo elaborar la accion edecuado, descubriendolo el alumno no dandole la solucion de antemano. El docente como orientador y guia
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