Estudiar, pese a todo

El pasado domingo se publicó en El Periódico Extremadura un reportaje basado en una entrevista que me realizaron a mi y otros estudiantes de la Universidad de Extremadura. Guadalupe Moral, la periodista que nos entrevistó, titulo el reportaje "Estudiar, pese a todo". Como pasa siempre, es difícil incluir en el reportaje la entrevista completa, por esa razón a continuación para todo aquel que le interese adjunto la transcripción integra de dicha entrevista. 

--¿Por qué decidiste ir a la universidad? 
Desde que termine mi bachillerato, y lo que hace cuatro o cinco años lo veíamos como una salida asegurada, hoy nos damos cuenta que no es así. La universidad posibilita una serie de conocimientos, que bajo mi punto de vista, fomentan una autonomía e iniciativa personal, algo que puede ser clave en el futuro laboral. Se acabó eso de que se nos de todo hecho.

--¿Miraste la situación laboral para elegir una carrera o prefieres hacer algo que te llene? 
Esta pregunta está un poco relacionada con la primera. Cuando uno va a la universidad, siempre debe ser por vocación y nunca por el que dirán o incluso agradar a tus propios padres. Yo elegí la que creo que hoy día es la profesión más vocacional, ser maestro, y es en este tipo de carreras en la que se trabaja con vidas humanas, en las que la vocación es vital.
Hace un mes, cuando daba el discurso final para mis compañeros en la graduación, propuse que todos los allí presentes cerraran los ojos y pensasen que hubiesen sido si en todos los trabajos del mundo se cobrase el mismo salario. Si esto fuese así, todo el mundo haría en la vida lo que realmente quiere y seguramente la productividad y calidad mejoraría considerablemente.

--¿Te has planteado la Formación Profesional alguna vez o no? ¿Por qué? 
Para ser sinceros, nunca me la plantee. Esto no quiere decir que no piense que tenemos una Formación Profesional de calidad. De hecho, el Ministerio de Educación, parece que va a fomentar dicha calidad en los próximos años. Soy de los que opino, que no todo el mundo tiene porque ir a la universidad, y nadie es más que nadie. Simplemente cada uno toma el camino que ve más correcto en un momento determinado.

--¿Ha influido en tu decisión de ir a la universidad la situación de crisis del país? 
La verdad que cuando entré en la universidad, la situación no pintaba tan mal como ahora. Es cierto que ahora más personas estudian carreras universitarias de cara a una mejor situación laboral en el futuro. Eso esta correcto pero nos puede inducir a engaño. El problema es que hay carreras, como las de Educación, que ofertan bastantes plazas, y esto es sólo un ejemplo. La oferta del número de plazas en las carreras universitarias debe estar en consideración con la demanda real de profesionales que necesita el país o incluso la Unión Europea.


--¿Ves la universidad como un refugio mientras dura la crisis o como una oportunidad de futuro? 
Llegados a este término, podemos decir que hay dos tipos de estudiantes. Los que pasan por la universidad, y los que la universidad pasa por ellos. Sólo los primeros tendrán una oportunidad de futuro.
Mientras tanto el refugio que me comentas, beneficia gratamente a los gobiernos, que consiguen maquillar sus cifras de desempleo juvenil gracias a aquellos jóvenes que utilizan la universidad como refugio.

--¿Crees que hay más salidas con un título universitario? 
No es que lo crea, es que los datos me lo demuestran. En varias ocasiones he escuchado al propio Rector de la Universidad de Extremadura decirlo en diferentes ponencias.

--¿Te consideras parte de la generación de la crisis? 
Generación pérdida, generación de la crisis, y alguna que otra etiqueta que últimamente se usa hacen un flaco favor hacía una generación de jóvenes en España que es la mejor preparada de la historia.

--¿Crees que es cierto que sois la generación mejor formada? 
Casi sin quererlo, con la anterior pregunta te he contestado. Claro que creo que somos la generación mejor formada. Todo ello gracias al fruto de nuestros padres, que pretendieron dar a sus hijos oportunidades que ellos no tuvieron. Eso debe ser un orgullo en cualquier núcleo familiar. Además debemos nombrar a los grandes profesionales de la educación, que desde la educación infantil hasta la educación superior intentan conseguir lo mejor de cada alumno, sin enseñar tan sólo contenidos, sino actitudes y procedimientos que hacen a cada individuo un ser mucho más completo.
En definitiva, que un discípulo supere a su maestro, siempre debe ser razón de orgullo y alegría.

--¿Cómo ha sido tu paso por la universidad? ¿Qué es lo mejor y lo peor? 
Mi paso por la universidad ha ido en progreso ascendente, pero siempre desde la humildad. Lo mejor que posibilita una carrera como el Grado en Educación Primaria es que se tienen dos periodos de prácticas en centros escolares en los que puedes comprobar si de verdad lo que estas haciendo te gusta o no. Todas las carreras deberían incluir periodos de prácticas que llevan a los estudiantes a entender y valorar más lo que estudian.
Además, he intentado siempre estar presente en la representación estudiantil por medio de Consejos de Estudiantes, siempre para mejorar la Universidad de Extremadura desde la visión del grupo mayoritario de esta comunidad educativa, los estudiantes.
Es aconsejable para cualquiera participar y colaborar en los Consejos de Estudiantes, puesto que aportan unas competencias al estudiante que le hacen diferenciarse a la vez que sigue siendo un estudiante como otro cualquiera.

--¿Qué ha supuesto Bolonia en realidad? 
Lo cierto es que de esto se podría hablar largo y tendido. Por suerte o por desgracia yo estuve en ese proceso de renovación de la universidad, ya que anteriormente mi primer año como universitario fue en una de las antiguas diplomaturas y he visto un poco el cambio.
Puedo decir que desde las facultades se han hecho muchos esfuerzos por hacer una renovación que posibilita una calidad y una mayor implicación del estudiante al que se le hace trabajar más para que los aprendizajes sean guiados por el profesor pero el estudiante aprenda de una forma por descubrimiento, algo a que le lleva conseguir un aprendizaje significativo.
En realidad, esta teoría suena muy bonita, pero aún queda por trabajar, y estoy seguro que después de estos cuatro años “de prueba” se aprenderá de errores que seguramente sean subsanados.
Tuve la oportunidad de ser Secretario del Consejo Estatal de Estudiantes de Educación, en el que he conocido a estudiantes de educación de toda España con los que por medio de Congresos y Asambleas intentamos aportar nuestro granito de arena a la mejora de la educación. En este sentido, se nota que cada Universidad se ha adaptado de forma diferente a Bolonia. Creo que la Universidad de Extremadura en los últimos cuatro años, y gracias en parte a Bolonia, ha dado un salto de calidad muy grande, y no hay nada que envidiar a otras universidades de España.

--¿Te planteas salir al extranjero? ¿Qué importancia tiene para ti? 
A partir de ahora no me planteo salir al extranjero, y espero no tener que hacerlo puesto que soy de los que pienso que Extremadura sólo la levantamos los extremeños.
Aún así recomiendo encarecidamente que todo estudiante solicite becas de movilidad como la famosa Erasmus. El año pasado disfrute de una estancia en Portugal gracias a ellas y la experiencia que se gana en muchos aspectos posibilita unos aprendizajes que si no sales de tu país nunca tienes. 

--¿Qué harás cuando termines: seguir estudiando, especializarte, buscar trabajo…? 
Ahora que he terminado mi intención es seguir estudiando a la vez que me inicio en el mundo laboral. Quiero realizar un Máster de profesor en portugués y a la vez he comenzado a trabajar en una academia. Por otro lado, comienzo también una investigación gracias al Centro de Estudos Ibéricos de Portugal, en la que pretendo demostrar que la educación bilingüe hispano-lusa permitirá a Extremadura en un futuro obtener unos beneficios socio-económicos yendo de la mano de nuestro país vecino.

--¿Qué es lo que más te preocupa ahora mismo?
Me preocupa realmente que jóvenes como yo, que están bien formados y tienen ilusión por emprender, no sean valorados por empresas o instituciones. No hay que dejar marchar el talento nato que tiene Extremadura. Para ello debemos empezar individualmente a creernos capaces de afrontar todo tipo de retos y adaptarnos a cualquier ámbito. Para ello hay dos palabras mágicas: Educación y humildad. 

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